No puede demostrarse la existencia de los sueños o de las ideas, puesto que no pueden predecirse, no pueden falsearse, no pueden reproducirse ni repetirse, ni siquiera pueden ser revisados por terceras personas.

Así que ni los sueños, ni las ideas, ni la esperanza, ni el amor, ni la creatividad, ni la consciencia, ni la creación de nuevas realidades, etcétera, pueden explicarse desde una perspectiva científica.

Sin embargo, todas las realizaciones del ser humano, edificios, ciudades, coches y aviones, o incluso el dispositivo desde el cual se puede leer esto, son objetos que han sido diseñados anteriormente, alguien los ha ideado, aunque no puede saberse cómo han aparecido en la consciencia de su creador, ni reproducirse, ni replicarse dicho proceso.

LAS CORRELACIONES EN EL UNIVERSO

 Pero los milagros existen, a pesar de no poder demostrarse, y para utilizar esta magia no podemos recurrir a la ciencia, puesto que no va a funcionar... esto no quiere decir que no existan formulas mágicas para lograr nuestro propósito, con el permiso y beneplácito de la ciencia.

Muchos milagros existen y su explicación científica aun no se puede demostrar de forma rigurosa, pero si puede probarse que ciertos efectos preceden a ciertas causas de forma sistemática, lo que no se puede hacer es ir en contra de la ciencia, porque entonces esto ya no es magia, es una falacia... y por lo tanto, no funciona.

Un milagro, por lo tanto, es todo aquello que puede suceder fuera de la ciencia sin que esta pueda explicarlo ni negarlo. El amor, los sueños, la creación, la consciencia, etcétera, existen, pero no tienen una explicación coherente por parte de la ciencia. 

También es cierto que si bien ciertas cosas podrán demostrarse tarde o temprano, muchas están y seguirán fuera del alcance de la comprensión humana.