La capacidad de realización es directamente proporcional al poder que tenemos para ejecutarla. Aumentar el poder personal tiene como resultado libertad para actuar, de manera respetuosa, responsable y autónoma, beneficiándonos tanto a nosotros mismos como a nuestro entorno, sea cual sea éste, generando bienestar y consiguiendo los objetivos deseados.
El máximo poder en el ámbito del ser humano consigue cuando sus diferentes energías, intenciones y propósitos, anhelos y acciones, voluntad y sentimientos están alineados.
En el ámbito social y empresarial pasa exactamente lo mismo, la máxima eficiencia, la mayor potencia desarrollada, sucede cuando la aportación de sus miembros está equilibrada.
Nuestra potencia interior, nuestro poder personal, es tan grande como nuestra debilidad más grande, aumentántola y equilibrándola, aumenta de inmediato nuestra potencia.
Al final, un carro estirado por caballos va a la velocidad del más lento.
El empowerment personal es el resultado de diferentes acciones combinadas que se ejecutan de una manera concreta, construyendo sistemáticamente las líneas de poder, inicialmente en el individuo, hasta extrapolarse al conjunto, creando una retroalimentación positiva para producir una espiral ascendente.
Al incrementar al máximo la efectividad de las personas mediante el aumento de su poder personal también incrementa su bienestar y su sensación de autonomía, y por lo tanto aumenta su implicación en el proyecto del conjunto, porque se genera en el individuo sentimientos de afinidad hacia el grupo.